El senador provincial Sebastián Galmarini denunció que el Centro Provincial de Atención en Adicciones (CPA) de San Isidro está sin agua por falta de pago. “Hace dos semanas, la provincia se quedó sin servicio de Correo Argentino debido a una deuda, ahora nos enteramos que la interrupción de servicios en los CPA por falta de pago es moneda corriente. A los cortes de luz y teléfono, esta última semana se sumó el corte del servicio de agua”, declaró el legislador del Frente Renovador.

A raíz de los reiterados cortes de servicios y de las dificultades que posee el CPA, el senador presentó en la Cámara Alta bonaerense un pedido de informe para que el Poder Ejecutivo comunique el presupuesto destinado a la limpieza y mantenimiento del  centro ubicado en Rivadavia N° 107, San Isidro; la cantidad de empleados destinados a tareas de mantenimiento y limpieza; quién es la autoridad responsable del pago de los servicios de luz, teléfono y agua,  y las gestiones que están realizando dicha autoridad para resolver los reiterados cortes de servicios.

“El CPA de San Isidro hace tres años que no tiene personal de limpieza y mantenimiento, no tiene presupuesto para mantener la higiene del edificio y que sufren reiterados cortes en los servicios básicos. Este es el interés que tiene el gobernador para asesorar y atender a las personas afectadas por el consumo problemático de drogas”, declaró Galmarini.

“Los profesionales del CPA, con ayuda de los pacientes, son los encargados de limpiar el lugar, pagan los productos de limpieza de sus propios bolsillos para poder atender en condiciones dignas”, comentó el senador vecino de San Isidro. “Las condiciones de salubridad e higiene, para los trabajadores y quienes concurren al Centro para recibir asesoramiento, no pueden garantizarse en las condiciones actuales”, agregó.

Los Centros de Atención en Adicciones (CPA) dependen de la Subsecretaría de Salud Mental y Atención a las Adicciones de la Provincia de Buenos Aires y se encuentran en casi todos los distritos. Al igual que otros CPA, el establecimiento ubicado en San Isidro sufre numerosos problemas edilicios y sanitarios -como humedad en las paredes y en el techo, e instalaciones eléctricas al descubierto-, que dificultan y en ocasiones imposibilitan el correcto funcionamiento.

“Es muy preocupante la incapacidad que hay en la provincia para gestionar. La situación del CPA de San Isidro no es un caso aislado. El CPA de Vicente López, por ejemplo, ya mudó su sede dos veces por falta de pago de los alquileres. Si no pueden pagar el agua, me pregunto cómo puede llevar adelante políticas eficientes para luchar contra la drogadependecia y el narcotráfico”, finalizó Galmarini.