Así lo manifestó el senador Sebastián Galmarini tras la aprobación por unanimidad de la ley que declara de utilidad pública y sujeto a expropiación los inmuebles ubicados en el barrio Uspallata, de la localidad de Beccar, para ser adjudicados en propiedad a sus actuales ocupantes.
Hacia fines del año pasado, se conoció públicamente que el gobierno de Gustavo Posse pretendió dar una compensación económica a los habitantes del barrio Uspallata para que se muden de las tierras donde viven desde hace varias décadas. Para ello, se gestionaban autorizaciones en las que intervenían abogados, síndicos de procesos concursales y gestores inmobiliarios que venderían las tierras. Ante esta situación, la diputada María del Carmen Pan Rivas (FPV) presentó un proyecto de expropiación -el D-2679/13-14- con el objeto de adjudicarles las tierras a sus actuales ocupantes con el cargo de la construcción de vivienda propia. Esa iniciativa obtuvo media sanción en diciembre de 2014 en la Cámara de Diputados y hoy fue convertida en Ley a través del impulso que le dio el Senador Sebastián Galmarini (FR) logrando la sanción por unanimidad en la Honorable Cámara de Senadores Provincial.
“Estoy muy contento por restituir un derecho a vecinos que merecen vivir dignamente. Ese barrio no sólo no es una villa miseria, son casas que con esta ley van a transformar definitivamente la fisonomía del barrio. Espero que todos juntos, concejales, legisladores e intendentes, y todos aquellos que cumplan con funciones de gobierno, podamos trabajar para hacer una sociedad más inclusiva y que nuestros vecinos tengan vidas más dignas”, celebró Galmarini al finalizar la sesión.
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