El senador del Frente Renovador Sebastián Galmarini entregó un subsidio a Christian Cufre, vecino de Boulogne y víctima de la inseguridad de San Isidro, para ayudarlo en su recuperación luego de haber sido baleado por dos delincuentes que lo asaltaron para robarle su auto.

Christian tiene 42 años y quedó parapléjico tras el ataque de dos motochorros que lo interceptaron el 21 de enero del 2013 en la puerta de su casa, ubicada en Alcorta y Pago Largo. Los maleantes que intentaron robarle su auto le efectuaron 10 disparos directos al cuerpo uno de los cuales lo atravesó y le afectó dos vértebras.

“Estoy muy agradecido con esta ayuda. Esto me va a permitir avanzar para estar un poco mejor. Hoy estoy en un 30% de mi recuperación, pero debería estar en un 70%”, expresó el joven al senador. Antes del ataque, trabajaba en una agencia de autos, después de lo acontecido algunos amigos y conocidos lo ayudaban dándole sus vehículos para que los vendiera por Internet, lo que le permitía tener un ingreso mínimo sumado a la pensión de 3000 pesos mensuales.

Durante la visita del legislador Christian también agradeció la ayuda de Sebastián Galmarini con las gestiones ante PAMI, para conseguir la medicación que necesita y el neuroestimulador para eliminar el dolor. “La operación para colocar el neuroestimulador es indispensable para avanzar en la recuperación, así dejaría de sentir el dolor permanente en los brazos y podría manejarme solo en la silla de ruedas o hasta llegar a usar muletas”, recordó.

Galmarini, ante las palabras del joven, manifestó: “cuando me contaron tu historia y la primera vez que nos conocimos, me comprometí a ayudar. Es importante que quienes podemos colaborar lo hagamos, que asumamos el compromiso de brindarle a quienes más necesitan un alivio para que puedan vivir un poco mejor. En tu caso, brindarte un apoyo para que puedas tener una mejor calidad de vida”.

“Uno de los problemas que tenemos en el sistema de salud es la burocracia que existe para darle respuesta a los pacientes. También me preocupa la incapacidad para ponerse en el lugar de la víctima del delito. El Estado y la Justicia deben estar presentes a la hora de atender las secuelas que producen estos hechos trágicos en la vida de las familias, pero sobretodo de la víctima en sí. Nosotros estamos para ayudar”, finalizó.